La industria
4.0 requiere de robots con forma animal
La última edición del Hannover Messe, una de las
ferias de tecnología industrial más importantes del mundo, fue una ventana para
mirar a los trabajadores del futuro en la construcción de las sociedades
modernas: las hormigas. La compañía alemana Festo, destacada en materia de
innovación biomecánica, presentó en esta ocasión su proyecto BionicANTs. Bajo
este nombre se cobijan una serie de robots construidos a base de estudios de la
dinámica de esta especie y que se comportan de una manera similar a las
hormigas dentro de sus colonias. Para sus fabricantes, el proyecto BionicANTs
tiene como objetivo la construcción en serie de estos robots, los mismos que
tendrán la capacidad de hacer tareas en distintas ramas del trabajo humano.
Construcción de viviendas, reparaciones de alta precisión y, posiblemente,
apoyo en misiones espaciales, el amplio espectro de actividades para las cuales
se han diseñado estas hormigas tiene como finalidad reducir las tareas de
riesgo asignadas a humanos. Al igual que los insectos, los robots son capaces
de cargar objetos que superan por mucho su propio peso. Las partes de sus
cuerpos se las puede producir en masa y en corto tiempo gracias al uso de
impresoras de plástico 3D. Al respecto, Festo ha señalado que es la primera vez
en la que se ha logrado combinar tecnología de alta calidad con las facilidades
de este tipo de impresión. La más impresionante innovación en la construcción
de estos objetos es la creación del sistema Bionic Learning Network. Esto
permite que todas las hormigas, en conjunto, desarrollen tareas cual si
trabajasen en una colonia. Así, las unidades mantienen comunicación unas con
otras con la misión de terminar una tarea en el menor tiempo posible. La
asignación de funciones a cada organismo es mediante red inalámbrica, por lo
que el inicio de un nuevo proyecto es tan solo una cuestión de unas horas de
programación. Tal como lo señala Jochen Köckler, miembro del directorio del
Deutsche Messe, este tipo de tecnologías permite avizorar el futuro de la
industria 4.0. Si bien las hormigas fueron una de las novedades de la reunión
de Hannover, no se puede dejar de lado a los otros dispositivos pensados para
los modelos de producción del siglo XXI. Extensiones robóticas inteligentes
capaces de tomar decisiones dependiendo de la situación y la creación de redes
eléctricas inteligentes para consumo y almacenamiento energético son algunas de
las innovaciones presentadas en esta ocasión. Un modelo que toma fuerza en el
mercado La utilización de robots
inspirados en formas animales toma fuerza entre las compañías de innovación
tecnológica. El biomecánico ecuatoriano Juan Elizalde recuerda, por ejemplo, a
Paro, desarrollado por la empresa japonesa AIST y cuya finalidad era emular el
comportamiento de una cría de foca que interactúa con humanos. Con esto se
quería acercar hacia el público cuyos programas terapéuticos requerían la
interacción con elementos de la naturaleza. En el plano de la realización de
tareas altamente complejas, Elizalde vuelca su atención en el proyecto Termes,
desarrollado en 2014 por el Instituto Wyss de la Universidad de Harvard. Aquí,
Justin Werfel, líder de la iniciativa, presentó un modelo robótico cuyos
algoritmos de funcionamiento responden a patrones propios de las termitas.
Durante la demostración, él comentó que entre las bondades de este tipo de
artefactos está que si uno de ellos se daña durante los trabajos, fácilmente el
resto puede sustituirlo en sus actividades. Pero no todas las compañías apuntan
a modelos de tamaño pequeño. Una muestra es lo que desarrolla Boston Dynamics,
que en los últimos años ha sacado robots inspirados en animales de dos, cuatro
y seis patas capaces de realizar tareas como subir paredes, transportar cargas
pesadas o escalar paredes verticales. Así, y como vaticina Köckler, el futuro
de la industria está en robots que, con algoritmos de comportamiento animal,
realicen tareas autónomas.
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